La posición estratégica del municipio ha condicionado su temprana ocupación humana y la importancia de Pravia en diversos periodos de la historia.

Los primeros vestigios de poblamiento pertenecen a la prehistoria. Entre los restos castreños destaca el castro Doña Palla, un enclave fundamental en la articulación territorial de todo el Bajo Nalón.

En cuanto a la ocupación romana, muchos autores atribuyen a Pravia la localización de Flavionavia, nombrada por Ptolomeo, dada la importancia del río Nalón para el transporte de mercancías hacia el mar.

La riqueza proporcionada por sus fértiles vegas y la pesca fluvial, así como su posición estratégica, convirtieron a Pravia en un lugar codiciado por los nobles y las instituciones monásticas. A nuestros días ha llegado la torre medieval de Arango, del siglo XIV, y varios palacios y casonas de los siglos XVI-XVIII, como el de Los Franco, Merás, Suárez-Miranda y Omaña, Inclán o Salas.

Del patrimonio eclesiástico se han conservado templos como San Miguel de Luerces o Sta. María de Quinzanas, con interesantes pinturas murales de los siglos XV-XVIII.